Descubre los tipos y los cuidados necesarios según el lugar y las condiciones donde puedes ubicarlos.
Jardinería en contenedores
Hay una amplia variedad de contenedores que se pueden ajustar a todo tipo de estilos. Para diseños más tradicionales, escoge la terracota o la madera. En plástico encontrarás una gran variedad de diseños y colores, además es un material que favorece el drenaje. Lo más importarte es elegir un contenedor que no esté tratado con productos químicos, porque podría perjudicar a la planta.
Jardín vertical
Los cuadros vegetales son una manera de reinventar el espacio sin necesidad de dedicarle grandes dimensiones. Las plantas que uses deben ser bien escogidas: no deben perjudicarse unas a otras, la opción más adecuada es utilizar asociaciones de la misma especie. La luz, la humedad y la temperatura deben ser regularmente controladas para favorecer el buen mantenimiento del jardín.
Jardín zen
Lo primero que se piensa cuando nos referimos a la palabra jardín son las plantas o las flores, pero hay un tipo de jardín en el que no se involucran estos elementos: el jardín zen. Integra las influencias japonesas en tu casa para favorecer la meditación y el relax. Puedes instalar el también llamado jardín seco en un módulo independiente al resto de la estancia que la llene de luz y buenas vibraciones.
Riego e iluminación
Dos aspectos fundamentales para el cuidado: es el riego y la luz. El sistema más cómodo de riego, es el de goteo que funciona mediante un sistema de tubos para cada planta y un temporizador que activa el sistema según se programe. Las ventanas pueden no ser suficiente para aportar la luz que tus plantas necesiten, en este caso, podrás complementarla con luz artificial. La mejor opción son los sistemas de luz fluorescente porque son económicos y dan buenos resultados.
Qué plantas elegir
Dispones de una gran variedad de plantas para que crezcan en tus interiores y no debes dejarte guiar por la estética, sino más por los cuidados que requieran. Algunas plantas no florecerán en interiores o enfermarán más fácilmente. Si prefieres no gastar demasiado tiempo en su cuidado, elige tipos de interior como los cactus, las arecas o las hiedras. Para los que no puedan dedicarle ni un minuto al cuidado de sus jardines interiores, quedan las opciones artificiales.
Ubicación
Elegir un espacio que favorezca el crecimiento de las plantas es fundamental para la durabilidad de tu jardín interior. Busca un punto con acceso a luz natural, cerca de ventanas o en habitaciones luminosas. Evita las estancias frías y cerca de corrientes, ya que puede hacer que las plantas tarden más en crecer o acaben muriendo. Además de pensar la mejor ubicación para el crecimiento de tus plantas y darle un uso más allá que el decorativo.
Esquina
Las plantas dispuestas en baldas pueden ser el complemento perfecto para un rincón íntimo y de descanso. Instala un sistema en vertical con módulos donde colocar las macetas. Si el espacio que eliges es reducido, escoge las macetas del mismo color que la pared para rebajar el peso visual.
Como elemento divisorio
Otro de los espacios funcionales que puedes reinventar son los tabiques divisorios. Crea una estructura con tabiques de vidrio, lo que permitirá que pase la luz natural, e instala dentro un jardín interior. Servirá de transición entre espacios y ambientará cada una de las estancias donde esté presente.
Predisposición en estanterías
Dispón las macetas en un sistema de estanterías que también te sirva de almacenamiento. Combina bloques verdes con espacios para libros. La madera es un material que junto a las plantas forma una pareja con la que siempre acertarás estéticamente pero, es sensible a las humedades. Elige maderas que no se deterioren por el contacto con el agua o utiliza la madera sólo para cubrir las macetas.
FUENTE: habitissimo / Ideas / Decoradores / ¿sin terraza ni balcón? cómo hacer un jardín interior
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