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Son construcciones creadas con criterios bioclimáticos diseñadas al milímetro para reducir el consumo energético al máximo
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Gracias al aislamiento y la orientación de sus ventanales no necesitan ni calefacción ni aire acondicionado
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Dime cuántos años tiene tu casa y te diré qué reformas necesitas hacer para ser más feliz
Las casas pasivas son un fenómeno que empieza a estar de moda y que parece imparable. Si aún no has oído hablar de ellas debes saber que son construcciones creadas con criterios bioclimáticos. A primera vista no se distinguen del resto, pero en ellas todo está pensado al milímetro para reducir el consumo al máximo. De hecho, sus dueños pueden ahorrar hasta un 70 por ciento en energía.
Son casas de consumo inteligente planificadas de forma que mantengan una temperatura confortable en su interior durante todo el año sin necesidad de usar calefacción ni aire acondicionado. El aislamiento y la orientación de sus ventanales, entre otros aspectos, permiten que se mantengan sobre los 21ºC en invierno y los 26ºC en verano.
Un consumo hasta seis veces menor
La idea no es solo aplicar el concepto a construcción nueva, sino rehabilitar viviendas ya existentes buscando la mayor eficiencia. El gasto inicial puede que sea elevado, pero a largo plazo compensa. Una casa pasiva consume hasta seis veces menos que una convencional, un dato nada despreciable en un contexto de crisis energética como el actual.
El concepto nació en la Alemania de los años noventa. Se formalizó con la creación del Passivhaus-Institut, que emite las certificaciones oficiales para las construcciones que deciden contar con ella.
Mecanismos de ahorro energético
El programa de Cuatro ‘En boca de todos’ visitó el hogar de Sara, dueña de una casa pasiva en Villanueva de la Cañada, en Madrid. La arquitecta de este inmueble es Lorena Pascual, quien contó algunos de los mecanismos con los que cuenta para ahorrar energía. Uno de ellos es colocar grandes ventanales en dirección sur para aprovechar al máximo la energía solar de forma pasiva.
Por otra parte, para ventilar las habitaciones en esta construcción no es necesario abrir las ventanas directamente, sino que se usan ventiladores con calor que templan el aire que se introduce en casa.
Convertir nuestra casa en pasiva
¿Cuánto nos costaría convertir nuestra casa actual en una casa pasiva? “A partir de 500 euros el metro cuadrado“, responde la arquitecta. Para ello hay varias ayudas a las que se pueden adscribir los consumidores, tanto europeas como nacionales: “Hay una ayuda directa en reducción del IRPF solo por mejorar la etiqueta del certificado energético”.
El objetivo es que con el tiempo todas las viviendas se vayan rehabilitando ateniendo a los principios de construcción de las casas pasivas. Conceptos como el aislamiento, la amplitud de ventanales y o la orientación adecuada pueden aplicarse a cualquier inmueble, lo que termina beneficiando tanto a nuestro bolsillo como al medio ambiente.
